Casi el 92 por ciento de los escolares en nuestro país cree que hay violencia en los colegios en materia sicológica y más del 82 por ciento considera que esta violencia es física. El problema es que sólo el 15 por ciento de los ni os y jóvenes les comentan a sus padres de estos hechos, muchas veces del que son víctimas.
Las cifras me parecen alarmantes especialmente porque en Chile si no es por casos como el de Pamela Pizarro que terminó trágicamente con su vida, del tema poco o nada se sabe, así como él existen cientos de casos en Chile que han salido a la luz pública. El problema radica en que los profesores y directivos muchas veces no dan la importancia que merece; los padres nunca reconocen que sus hijos pueden estar violentando sicológica o físicamente a sus compañeros y por otro, el silencio o vergüenza de algunos estudiantes al ser víctimas de estas agresiones.
Es cierto que la educación también considera que aprendamos a socializar, a defender nuestros puntos de vista, a superar la frustración pero también es cierto que hay límites que de ser sobrepasados deben despertar el interés y la preocupación tanto de padres y apoderados como de los maestros.
Las cifras me parecen alarmantes especialmente porque en Chile si no es por casos como el de Pamela Pizarro que terminó trágicamente con su vida, del tema poco o nada se sabe, así como él existen cientos de casos en Chile que han salido a la luz pública. El problema radica en que los profesores y directivos muchas veces no dan la importancia que merece; los padres nunca reconocen que sus hijos pueden estar violentando sicológica o físicamente a sus compañeros y por otro, el silencio o vergüenza de algunos estudiantes al ser víctimas de estas agresiones.
Es cierto que la educación también considera que aprendamos a socializar, a defender nuestros puntos de vista, a superar la frustración pero también es cierto que hay límites que de ser sobrepasados deben despertar el interés y la preocupación tanto de padres y apoderados como de los maestros.